Cuando me encuentro a alguna persona por la calle, intentando dormir sobre un banco o sobre el césped, no puedo evitar pensar como estará la autoestima de esa persona. Todo el mundo tenemos sueños, esperanzas y metas que tenemos que tratar de alcanzar, pero sienta muy mal, demasiado mal, cuando vemos que esto es imposible, que por mucho que nos esforcemos, esas metas que nos fechamos un día no se van a cumplir.
Una persona que no tiene metas no aspira a nada en la vida. Entiende esta como una etapa de transición, de dejar pasar el tiempo. Cuando te marcas alguna meta, alguna aspiración, le das sentido, ya que tienes un fin. Y si algún día consigues alcanzar ese fin y disfrutarlo, entonces se encontrará una satisfacción muy buena con la misma persona.
Aún así me he encontrado con alguna persona que vive en la calle y lo he visto sonriendo, me parece increíble que haya mucha gente preocupada por cualquier tontería, cuando la gente que se queda sin nada... Sin casa, sin un techo donde dormir, sin familia (Ya que no le apoyan por cualquier causa) conoce lo que es tener verdaderas preocupaciones y aún así sonríen.
Mostrando al mundo su mejor cara después de haber sufrido mucho, en el pasado, lo que está sufriendo, en el presente, y lo que sufrirá, en el futuro.
Marcos García.
